Drew Barrymore: las razones detrás de su retiro
Drew Barrymore comparte por qué decidió alejarse de Hollywood y centrarse en su vida personal, priorizando su salud y familia.
Drew Barrymore, una de las actrices más reconocidas de Hollywood, ha sido una figura pública desde su infancia. Su carrera comenzó a una edad temprana, y rápidamente se convirtió en un nombre familiar gracias a papeles icónicos como el de «E.T.» y su participación en la exitosa franquicia de «Los ángeles de Charlie».
Sin embargo, a pesar de estar en la cúspide de su carrera, Barrymore sorprendió al mundo cuando decidió retirarse temporalmente de la actuación, un giro inesperado que desconcertó tanto a sus seguidores como a la industria del entretenimiento.
En una reciente entrevista con AARP The Magazine, Drew abrió su corazón y compartió las razones profundas que la llevaron a tomar esa difícil decisión. Aunque muchos pensaron que su retirada era una reacción al agotamiento, la verdad detrás de su alejamiento tiene que ver con algo mucho más profundo: el deseo de ser una mejor persona, madre e independiente.
La batalla entre la fama y la maternidad
Uno de los momentos más reveladores de la entrevista fue cuando Drew Barrymore explicó cómo la fama y las interminables horas en el set de filmación afectaban su vida personal y familiar. «Las incontables horas que me tomaba hacer películas eran horas que no compartía con mis hijos», confesó, destacando cómo la vida de madre y actriz chocaban constantemente. A pesar de que la fama le ofrecía satisfacciones profesionales, Barrymore reconoció que algo fundamental en su vida estaba siendo descuidado: su rol de madre.
Con el paso de los años, Drew se dio cuenta de que, aunque su carrera avanzaba, su vida familiar no se estaba desarrollando de la forma en la que deseaba. Esto la llevó a reflexionar profundamente sobre sus prioridades y a hacer una pausa para redescubrir lo que realmente era importante para ella.
El divorcio de Drew Barrymore y su proceso de sanación
Otro factor crucial en la decisión de Drew fue su difícil experiencia durante y después de su divorcio en 2016 con Will Kopelman. La actriz compartió abiertamente que ese momento de su vida personal fue un torbellino emocional. «Mi familia soñada se desmoronaba, y yo ya no sabía ni cómo caminar», recordó. Esta fase fue profundamente desgarradora, ya que la situación la dejó emocionalmente agotada, sintiendo que no solo su matrimonio se desmoronaba, sino también su propia identidad.
El impacto del divorcio hizo que Drew reconsiderara su relación con su carrera y su necesidad de una autenticidad personal. En sus palabras: «Simplemente, necesito ser yo misma». Esta búsqueda de encontrar su identidad más allá de los papeles que interpretaba se convirtió en uno de los motores para su retiro temporal de la actuación.
El deseo de encontrar autenticidad y equilibrio
La reflexión de Drew Barrymore sobre la actuación, su vida personal y la maternidad revela su deseo de ser más que una figura pública. La actriz ya no quería estar atrapada en los personajes que interpretaba, roles que en su momento la llevaron a la fama, pero que ya no resonaban con su verdadero ser. Drew se dio cuenta de que el verdadero desafío era reconectar con ella misma y con lo que más amaba: su familia y su salud emocional.
En lugar de seguir luchando en una carrera que le exigía más de lo que podía dar, Barrymore decidió alejarse temporalmente del cine para centrarse en su crecimiento personal y en el bienestar de sus hijos. Esta decisión refleja la importancia de poner límites y priorizar el equilibrio entre la vida profesional y la personal.
Drew Barrymore: una nueva etapa llena de reflexión y crecimiento
Aunque el mundo de Hollywood sigue presente en su vida, Drew Barrymore ha encontrado una nueva forma de avanzar, más auténtica y conectada con sus valores. En lugar de estar obsesionada con el éxito profesional, ahora prefiere disfrutar de momentos tranquilos con su familia y ser un ejemplo para sus hijas, quienes son su mayor prioridad.
La historia de Drew Barrymore nos recuerda que, a pesar de las luces brillantes de la fama, lo que realmente importa es encontrar la paz interior, tener tiempo para los seres queridos y ser fiel a uno mismo.