Gaspar Libedinsky expone su arte con objetos domésticos en Nueva York
Con la exposición Diorama, en la galería Praxis de Manhattan, el artista argentino Libedinsky traslada a Estados Unidos su particular visión de los materiales
En la galería Praxis de Nueva York, el artista argentino Gaspar Libedinsky está presentando Diorama, una exposición que reconfigura la percepción de lo cotidiano a través del arte. La muestra exhibe tres de sus obras más emblemáticas, en las que objetos domésticos comunes se transforman en piezas escultóricas cargadas de significado. A través de su práctica interdisciplinaria, interpela las nociones de valor, funcionalidad y estética, con una mirada crítica pero accesible para el público. La muestra fue inaugurada el 16 de enero y podrá visitarse hasta el 29 de marzo.
El concepto detrás de Diorama
La obra de Gaspar Libedinsky se rige por una serie de principios que él mismo denomina “ideas fuerza”: la transformación de lo ordinario en extraordinario, la conversión de lo marginal en un objeto de deseo y la revelación del potencial de los materiales para alcanzar una “vida superior”. Estos conceptos articulan su exploración artística y estructuran la narrativa de Diorama.
Tal como describió en el texto curatorial de la exposición, a cargo del estudio de arquitectura Diller Scofidio + Renfro (DS+R), Diorama plantea una “crítica sutil pero mordaz a la vida moderna”. Su obra se inscribe dentro de tradiciones como el Arte Povera, el Pop Art y los Readymades, al reutilizar materiales cotidianos para interrogar las jerarquías culturales y económicas implícitas en los objetos. “¿Por qué resulta perverso ver una prenda de vestir bellamente elaborada a partir de trapos de cocina? ¿Por qué parece grotesco maravillarse ante la belleza de cerdas de escoba descontextualizadas?”, se preguntó DS+R en su análisis.
Más allá de su propuesta estética, el trabajo de Libedinsky refleja las tensiones sociales y económicas que han resonado particularmente en Argentina. Su retrospectiva Casa Tomada (2022), realizada en el Museo Nacional de Arte Decorativo de Buenos Aires, fue visitada por más de 200.000 personas, convirtiéndose en una de las exposiciones más concurridas del país. Según el texto curatorial, el éxito de aquella muestra se debió, en parte, a su capacidad de “hacer un guiño humorístico a los absurdos y arbitrarios constructos socioeconómicos” de la realidad argentina. Diorama mantiene esa línea de exploración conceptual, pero traslada su discurso a un nuevo contexto: Nueva York.
Las obras expuestas
La muestra en Praxis reúne tres piezas que abarcan un período de 15 años en la producción de Libedinsky: Nube, Míster Trapo y Kunstformen der Natur. A través de estos trabajos, el artista cuestiona la funcionalidad y la percepción de los objetos, explorando nuevas posibilidades para materiales industriales y domésticos.
Nube: En esta obra, Libedinsky convierte plumeros de telaraña en una estructura escultórica que evoca la imagen de una nube suspendida en el espacio expositivo. La transformación de este objeto de limpieza en una forma etérea desafía su connotación utilitaria y lo eleva a una dimensión poética.
Míster Trapo: Inspirada en el mundo de la moda, esta serie de piezas reconfigura paños de cocina como atuendos elaborados. La obra juega con los límites entre el arte, el diseño y la indumentaria, mientras revisita la tradición del reciclaje textil y su relación con el consumo.
Kunstformen der Natur: El título de esta pieza hace referencia a la obra homónima del biólogo y artista Ernst Haeckel, conocida por sus ilustraciones de organismos marinos. En este caso, Libedinsky transforma escobas plásticas en corales escultóricos, generando una tensión entre lo artificial y lo natural.
El espacio expositivo y su significado
Uno de los aspectos más significativos de Diorama es su relación con el espacio en el que se presenta. Praxis, generalmente concebida como un “cubo blanco” de exhibición, se convierte en un diorama transitable, en el que el espectador se sumerge en una reinterpretación del entorno doméstico.
El vínculo con el High Line, el parque elevado de Nueva York, añade otra capa de significado a la exposición. Gaspar Libedinsky trabajó en el diseño de High Line como parte del equipo de DS+R, y su obra comparte con este proyecto la premisa de transformar elementos marginados en objetos de deseo.
El texto curatorial plantea una reflexión al respecto: “Nosotros también transformamos un objeto ‘marginal’ en estado de abandono en un destino público ‘deseable’, atrayendo millones de visitantes e inspirando docenas de imitaciones en todo el mundo. Veinte años después, frente a una gentrificación implacable, ¿es el High Line víctima de su propia ‘vida superior’?”.
Desde esta perspectiva, Diorama no solo reinterpreta objetos domésticos, sino que también dialoga con los procesos urbanos y económicos que redefinen el valor de los espacios y materiales. La exposición invita a cuestionar los mecanismos que rigen nuestra percepción del lujo, la funcionalidad y la estética, sin perder de vista el impacto social de estas transformaciones.
La obra de Gaspar Libedinsky, al operar en la intersección entre el arte, la arquitectura y el diseño, logra una síntesis entre la crítica sociopolítica y la exploración estética. Diorama presenta objetos resignificados e interpela la relación del espectador con los materiales y sus usos convencionales. A través de una aproximación lúdica y accesible, la exposición en Praxis propone una mirada aguda sobre los sistemas de producción y consumo contemporáneos, trasladando su mensaje desde Buenos Aires a Nueva York.