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Claudia Sheinbaum y su Primer Informe

Claudia Sheinbaum y su Primer Informe: ¿balance entre aciertos y faltantes?

Opinión no Pedida, por: Carlos E. Ricalde Peniche

Lunes 8 de septiembre del 2025.

El Primer Informe de la Presidenta Claudia Sheinbaum Pardo, más allá de ser un acto protocolario, ya que ella informa casi todos los días, constituye una radiografía del rumbo que intenta imprimir a México, basada en la experiencia de su primer año de gobierno. Para algunos, representa la confirmación de un proyecto de continuidad con el sexenio pasado; para otros, la oportunidad de marcar diferencias y consolidar un estilo propio de liderazgo. Lo cierto es que, como todo informe, abre la puerta a una evaluación crítica: tanto de los aciertos como de los faltantes.

Puntos de Aciertos

En primer lugar, debe reconocerse el énfasis que Sheinbaum puso en seguridad, educación y salud pública. Temas que le adelanté, querido Lector, en mi artículo anterior. Coincidimos, pues. Estos tres ejes son el núcleo de cualquier política de Estado que aspire a mejorar la calidad de vida. El reconocimiento del problema de la violencia y la inseguridad —aún cuando las cifras disminuyen según el Informe, pero para mi siguen siendo alarmantes— es un paso obligado para recuperar la confianza ciudadana. La promesa de fortalecer a la Guardia Nacional y coordinar esfuerzos con estados y municipios refleja la intención de consolidar una estrategia nacional, aunque todavía falta por demostrar sus resultados.

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En educación, la insistencia en elevar la calidad de la enseñanza pública y en ampliar becas para estudiantes en situación vulnerable responde a una demanda histórica de equidad. Si se cumple con planes de infraestructura escolar, capacitación docente y reducción de brechas digitales, la educación puede convertirse en el verdadero motor de movilidad social. Veremos,

En el ámbito de la salud, la presidenta defendió el acceso universal y gratuito, en especial a través del IMSS-Bienestar. Si bien queda mucho por hacer, resulta positivo que se reconozca que sin un sistema de salud sólido no hay país que pueda resistir crisis como la pandemia reciente. Destacó la construcción de 31 hospitales en sus once meses de gestión de gobierno.

Otro acierto en el discurso es la apuesta por el desarrollo del mercado interno. En un mundo de tensiones comerciales y crisis globales, pensar en fortalecer el consumo nacional, apoyar a las pequeñas y medianas empresas y redistribuir el ingreso con

mayor justicia es un enfoque que puede generar resiliencia económica. Que se hable de equidad no como caridad sino como derecho, coloca la discusión en el terreno correcto: la justicia social. Sin embargo, creo que le falta enfatizar en los apoyos a la pequeña y mediana industria.

Por último, resulta valiosa la reafirmación del combate a la corrupción. La Presidenta dejó claro que habrá sanciones ejemplares para quienes hagan mal uso de los recursos públicos. En un país donde la corrupción es vista como parte del ADN institucional, este compromiso no es retórico: es una condición para cualquier transformación real. La estamos esperando.

Puntos Faltantes

Sin embargo, no todo fue motivación y esperanza en el Informe. Uno de los principales cuestionamientos es la insuficiencia de resultados tangibles. En seguridad, por ejemplo, la percepción ciudadana sigue siendo de miedo y vulnerabilidad. Las estrategias anunciadas parecen una continuación de políticas anteriores más que una ruptura real con un modelo que ha mostrado sus límites. La ciudadanía espera más que promesas: exige calles seguras, policías confiables y justicia expedita.

En educación, si bien los apoyos económicos a estudiantes son positivos, existe el riesgo de que la política se reduzca a transferencias monetarias sin atacar el problema de fondo, es decir, la calidad de los aprendizajes. Por ejemplo, el añejo rezago en matemáticas y ahora en lectura y comprensión crítica, lo cual sigue siendo una herida abierta. El Informe habló de inversión en infraestructura (cupo para miles de estudiantes en la Universidad Rosario Castellanos y otras), pero no profundizó en planes pedagógicos de largo aliento.

En salud, el discurso sobre cobertura universal y atención directa casa por casa a ciertos grupos vulnerables, choca con la experiencia de millones de pacientes que enfrentan desabasto de medicinas, largas filas y hospitales saturados. El reto es inmenso, y los anuncios presidenciales se perciben más como aspiraciones que como realidades alcanzadas. Sin embargo, tengo que decirlo, a mi me atienden en la UMF-15 en Querétaro, desde hace varios años, con puntualidad, calidez y surtido de medicamentos prácticamente al 100%, con chequeo de laboratorio cada seis meses, sin falta!

Respecto al desarrollo económico, el riesgo es caer en un modelo estatista que, en lugar de impulsar al mercado interno, lo condicione o lo frene con exceso de control político. La redistribución del ingreso debe basarse en productividad y competitividad y no únicamente en subsidios, becas, pensiones para todos, etc., que para mí y todos mis compañeros, son bienvenidas. La pregunta incómoda es si el gobierno podrá equilibrar equidad con eficacia.

En el combate a la corrupción, la duda radica en la aplicación selectiva de la justicia. Mientras algunos casos son exhibidos con espectacularidad, otros parecen intocables. Si la rendición de cuentas no se aplica parejo —sin importar partido, rango o cercanía política—, el discurso anticorrupción se debilita y la ciudadanía vuelve a desconfiar. ¡Mediremos también la actuación de la nueva SCJN!

Finalmente, una crítica simbólica pero importante: el formato del Informe. Presentarlo desde Palacio Nacional y no desde la tribuna de la Cámara de Diputados, frente al Congreso y con la presencia de los expresidentes (aunque tengan cola que les pisen), resta fuerza republicana al acto. La rendición de cuentas debe ser ante representantes electos y con la solemnidad que exige el equilibrio de poderes. Al preferir un mensaje más controlado, se pierde la oportunidad de revitalizar la tradición republicana.

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Conclusión

El Primer Informe de Claudia Sheinbaum oscila entre la esperanza y la realidad. El tiempo dirá si el Informe marca el inicio de un sexenio de transformación efectiva o si quedará como una suma de buenas intenciones. México necesita soluciones inmediatas, pero también visión de largo plazo. La Presidenta tiene en sus manos la oportunidad histórica de demostrar que las promesas pueden convertirse en realidad.

PONTE XUX

  1. Ningún ex Presidente fue invitado al Informe. ¿A qué le temen?
  2. ¡Hasta Trump se impresionó con el desfile militar chino! ¿Usted no? ¡Yo sí!

 

 

 

Opinión-No-PedidaOpinión no Pedida, por: Carlos E. Ricalde Peniche / Correo-e: pibihua2009@gmail.com

Las opiniones expresadas en este documento son de exclusiva responsabilidad del autor y no necesariamente representan la opinión del Portal que lo replica y pueden o no, coincidir con las de los miembros del equipo de trabajo de El Municipal Querétaro., quienes compartimos la libertad de expresión y la diversidad de opiniones compartiendo líneas de expertos.

 

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