Menos Mal que la rectora sabe criticar
Menos Mal que la rectora sabe criticar, por Samuel Pérez Rios.
Menos Mal que la Rectora de la Universidad Autónoma de Querétaro, Teresa García Gasca criticó abiertamente a los poderes estatales por que las políticas públicas no han sido suficientes para erradicar feminicidios en Querétaro, es bueno que conozca de responsabilidades compartidas.
Lo anterior en el marco de colocación de un altar en memoria de Valentina, asesinada el pasado 5 de septiembre, además aseguró que las sanciones tampoco son lo suficientemente fuertes para inhibir estos hechos. criticar, criticar, criticar, criticar, criticar, criticar
En efecto, las leyes estatales y nacionales distan mucho de ser ejemplares, sobre todo hablando de su aplicación en casos específicos, por ello la cultura de la prevención y la educción debe de prevalecer en todo momento, como medida cautelar para la población en general.
Pero analicemos algunos datos concretos del caso Valentina en particular.
La señorita Valentina menor de edad conoció a su ex novio en las instalaciones de la UAQ, el de 22 años, es estudiante de la facultad de Psicología, para lo cual debió de haber presentado exámenes psicométricos, entre otros, al entrar a dicha facultad, mismos que se aplicarían con la intención de detectar ciertos comportamientos y tendencias en los alumnos de la facultad.
Desde luego que dichos exámenes o ya no se aplican, o solo los archivan, para evitar erogaciones a la máxima casa de estudios; lo cual presume que la autoridad educativa, la rectoría que Teresa García Gasca preside, tubo en sus manos la capacidad de detectar con antelación el perfil agresivo del hoy homicida, pero las omisiones terminaron en un final muy desafortunado.
Desde luego que las finanzas «sanas» de la rectora cuentan más que la estabilidad psicológica de sus alumnos.
Criticar es muy fácil, sobre todo cuando tratas de aventar la piedra para desviar la atención de la sociedad, y de eso, Teresa García Gasca, sabe de sobra, pues la crítica le da una «imagen de luchadora social ante la comunidad estudiantil», mientras oculta trapos sucios como la recaudación de fondos para la vacuna imaginaria en contra del covid y tantas irregularidades u omisiones en la universidad dentro de su gestión.
Está muy claro que la rectora tiene las manos limpias, para eso es muy hábil, tuvo buena escuela para ello, al igual que para señalar la paja en el ojo ajeno, la pregunta es, si la conciencia estará tan pacifica como su actitud ante la responsabilidad compartida y las alarmas de este caso de feminicidio en Querétaro.
Al final de cuentas, todos deberemos de rendir cuentas tarde o temprano, la vida es como un restaurante, puedes consumir todo lo que gustes, pero nadie se va sin pagar la cuenta pendiente.
Menos Mal / Por: Samuel Pérez Rios.
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