Temazcal, más de 5 mil años de historia
Temazcal, más de 5 mil años de historia
Por: Heidy Wagner Laclette.
Las ceremonias de temazcal existen desde hace al menos 5 mil años, con orígenes en los pueblos indígenas prehispánicos de Mesoamérica. La historia y orígenes del temazcal en ceremonias procedían de las antiguas culturas indígenas de Mesoamérica, estas culturas, incluida la Azteca, Maya y Tolteca la ceremonia del temazcal se consideraba sagrada.
Se trataba de un ritual que los conectaba con los elementos naturales y espirituales. En Mesoamérica, desde tiempos antiguos, el temazcal ha desempeñado un papel importante en la vida social y religiosa durante más de 5 siglos.
El temazcalli (del náhuatl: tema, “vapor”, y calli, “casa”) puede definirse como “casa de baño de vapor”. En la zona maya se conocía como zumpulcheé, aunque actualmente se conoce como chuj, en mam; chu, en kanhobalán; tuj, en quiché, y pus, en tzeltal.
Los tarascos lo llaman huriguequa; los totonacos, saq, y en Tajín se conoce como xiaca.
La mayoría de los vestigios arqueológicos de temazcales se han localizado dentro de centros ceremoniales, frecuentemente asociados a juegos de pelota. Su construcción era similar a la de los palacios y templos, y su tamaño, en comparación con los ejemplares modernos, muestra que eran edificaciones de gran importancia.
En Mesoamérica se han localizado ejemplos arqueológicos de temazcales en sitios del área maya como Palenque, Chichén Itzá, Piedras Negras, San Antonio, Quiriguá, Agua Tibia y Los Cimientos-Chustum.
En e l Altiplano Central se han encontrado temazcales en Tlatelolco, Xochicalco y Teotihuacan. En la Costa del Golfo y Puebla se han localizado en Filo-Bobos y Cantona.
Las representaciones pictográficas de temazcales de la época prehispánica son numerosas y se encuentran en códices como Magliabechiano, Tudela, Vaticano B, Borgia y Aubin. En ellas se puede apreciar que el techo podía ser de dos aguas, plana o con forma de cúpula.
La excavación de algunos ejemplos muestra que su planta podía ser rectangular, cuadrada o circular. Asimismo, se construían sobre un terreno o eran semisubterráneos o subterráneos, y podían llegar a albergar hasta 30 personas. Los materiales de construcción incluían piedra con barro, adobes, carrizo o piedra tallada.
El piso solía ser de tierra apisonada -en algún caso quemada-, estucado o empedrado, con o sin drenaje. La manera de obtener el vapor era variable: por calentamiento de piedras o de fragmentos de cerámica, sobre los que se arrojaba el agua que provocaba el vapor. En otros casos el horno se encontraba junto al baño, para calentar una pared sobre la que se arrojaba agua.
De acuerdo con cronistas del Siglo XVI como Sahagún, Durán y Clavijero, la función del temazcal era variada: higiénica, de tratamiento postparto, religiosa y terapéutica. Esta última servía para curar enfermedades relacionadas con el concepto frío-calor.
Entre las culturas mesoamericanas el temazcal tuvo una función ritual y un significado cosmológico. Su ubicación junto a juegos de pelota indica que sus funciones sagradas estuvieron ligadas con el ritual del juego.
El temazcal representaba el interior de la Tierra y era un lugar de tránsito entre el mundo de los vivos y el inframundo. Se le concebía como la entrada al «más allá».
La ubicación de algunos ejemplares arqueológicos al poniente del juego de pelota quizá represente el punto en que cuerpos celestes como Venus, el Sol y la Luna descendían hacia la región subterránea, viajando por el inframundo -simbolizado por el juego de pelota-, para aparecer nuevamente por el oriente. Este fenómeno, ligado a los ciclos terrestres, estaba. íntimamente relacionado con el culto a la fertilidad.
Originalmente, las ceremonias de temazcal tenían lugar al interior de pequeños domos o bóvedas específicamente diseñadas para ello y en los cuales participaban un máximo de 5 personas al mismo tiempo. Antes de entrar a la ceremonia el chamán o la guardiana realizan la bendición de las cuatro direcciones.

Este ritual se realiza para pedir permiso a los guardianes del norte, sur, este y oeste, y para que bendigan la ceremonia. También incluye una ofrenda de frutas, semillas y flores para la Madre Tierra, también se realiza una limpia y purificación con humo de copal de cada uno de los participantes. El copal es una resina que los aztecas solían recolectar de la resina de los árboles.
En el proceso de esta ceremonia indígena, el rol de los chamanes y guardianas es importante, de acuerdo con una antigua leyenda azteca, Quetzalcóatl, el Dios de la serpiente emplumada y uno de los principales dioses en el panteón mesoamericano, dio el rol de guardianes del temazcal a las mujeres.
En estas culturas indígenas, Quetzalcóatl era un dios relacionado con Venus y con el ciclo de la vida, la muerte y el renacimiento.

Con el tiempo, este rol de las mujeres en las ceremonias de temazcales se fue perdiendo debido al dominio masculino en la mayoría de las actividades de las sociedades modernas que resultaron de la mezcla de las culturas española e indígenas.
El chamán o la guardiana vierte agua sobre piedras calientes, produciendo el característico vapor por el cual son famosos los temazcales. Mientras la ceremonia avanza, colocan más piedras calientes al centro del círculo y más agua se vierte en ellas, manteniendo así el flujo de vapor.
En algunas ceremonias de temazcal, las temperaturas al interior del domo pueden alcanzar los 50 grados centígrados.
Por: Heidy Wagner Laclette
Licenciatura en Derecho por el ISES, gano el Premio Estatal de Periodismo 2022, es colaboradora en Stereo Cristal 101.1fm a través del Cristal de Karly, columnista en Diario de Querétaro y varios medios digitales de comunicación.


