¿A dónde ir de vacaciones que no haya mucha gente?
¿A dónde ir?. Playas tranquilas y accesibles para Semana Santa 2025, ideales para evitar aglomeraciones y cuidar tu presupuesto.
Cada año, la temporada de Semana Santa representa una de las etapas con mayor movimiento turístico en México. Y sí, muchos quieren salir, pero sin tener que ver tanta gente.
Y es que buscar destinos tranquilos en Semana Santa no solo es una decisión orientada al descanso, sino también una alternativa financiera más sostenible.
Aquí te presentamos cinco lugares sin tanta gente que ofrecen una buena relación costo beneficio, ideales para quienes desean evitar aglomeraciones sin comprometer la calidad de su experiencia.
Visita estos lugares en Semana Santa que no tienen mucha gente
Maruata, Michoacán
Lejos de los populares sitios turísticos tradicionales, existen destinos que mantienen un flujo de visitantes moderado incluso durante las fechas más solicitadas.
En Michoacán, por ejemplo, la playa de Maruata permanece como una opción viable para quienes buscan contacto directo con la naturaleza sin grandes inversiones.
Este sitio no cuenta con infraestructura turística de alto nivel, pero su bajo perfil permite mantener costos accesibles en hospedaje y alimentación, además de ofrecer un entorno prácticamente virgen.
Playa Corrales, Jalisco
En Playa Corrales, en Jalisco, ofrece una experiencia de playa aislada, con un entorno dominado por formaciones rocosas, palmeras y aguas tranquilas.
El acceso limitado y la escasa oferta comercial lo han mantenido fuera del radar de las masas, convirtiéndolo en un sitio ideal para quienes priorizan la paz, la seguridad y el control del gasto.
La región, además, permite actividades como kayak y buceo, sin requerir pagos adicionales elevados.
Isla Lobos, Veracruz
Desde el punto de vista económico, los destinos poco concurridos en Semana Santa representan un modelo de turismo alternativo con potencial de crecimiento.
Al distribuir el flujo turístico hacia zonas menos exploradas, se genera un impacto positivo en las economías locales sin la presión de la sobreexplotación.
Por ejemplo, Isla Lobos, en Veracruz, ofrece recursos naturales de alto valor, pero con una infraestructura turística todavía contenida, se promueve una derrama económica eficiente y un retorno más justo para los prestadores de servicios locales.
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Cacaluta, Oaxaca
Oaxaca, la bahía de Cacaluta aunque está cerca de Huatulco, uno de los polos turísticos más consolidados del sur del país, esta playa se mantiene aislada, con acceso principalmente peatonal o en lancha.
Su conservación ambiental ha sido posible gracias al bajo número de visitantes, lo que permite mantener sus recursos naturales en condiciones óptimas.
Esto, a su vez, se traduce en una experiencia de alto valor para quienes eligen el destino, sin necesidad de grandes gastos en actividades adicionales.
Playa Michigan, Guerrero
Playa Michigan, ubicada en Guerrero, es un caso interesante. A pesar de contar con un entorno natural llamativo y condiciones ideales para deportes acuáticos, su perfil discreto permite que el visitante obtenga mejores precios en hospedaje, alimentos y transporte.
Además, la inversión pública en servicios básicos ha mejorado en los últimos años, facilitando una estancia segura sin que esto implique un alza de costos significativa.
Hay que destacar que muchos de estos destinos pueden recorrerse sin necesidad de vehículo privado, lo cual reduce gastos asociados al combustible, estacionamiento y mantenimiento.
Algunos trayectos desde aeropuertos regionales, como el de Lázaro Cárdenas, tienen tarifas bajas y una conectividad aceptable durante la temporada.
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