AMLO exige respeto que él no practica
AMLO exige respeto que él no practica, Tras La Verdad, por Héctor Parra Rodríguez.
El presidente de la República ha concentrado todos los recursos económicos del Fonden, de tal suerte que no se autoriza un peso en apoyo a los damnificados si no lo aprueba López Obrador. Entre huracanes y tormentas se cuentan miles de damnificados por varios Estados de la República Mexicana y los recursos económicos no fluyen.
El pasado domingo 3 de octubre, en un Estado gobernado por su partido, fue duramente increpado por un grupo de poblanos que exigían apoyos por los daños causados por el huracán “Grace”. Levantaron la voz los damnificados y lo único que atinó a responder el presidente fue ¿me van a dejar hablar?, ¿me van a escuchar?, ¿me van a respetar? Molestos los afectados interrumpieron el discurso de López, quien enfureció porque no lo dejaban hablar.
Luego vendrían las mentiras de siempre: “Vamos a seguir entregando los apoyos para los que fueron afectados, apoyos para que mejoren su vivienda, apoyos para la producción porque perdieron cosechas y también se van a entregar camas, estufas, refrigeradores, pero todo, que se escuche bien y que se oiga lejos, todo se va a entregar de manera directa y sin intermediarios”.
Los damnificados ya no creen en las promesas del presidente, los apoyos son manipulados políticamente. Falso, nada que antes entregaban los apoyos intermediarios: “cuentos de AMLO”, todo por concentrar los miles de millones de pesos y distribuirlos bajo el esquema político de manipulación electoral.
Él autoriza los apoyos a los damnificados, por eso tardan en entregar y nada de lo que ofrece se cumple, solo una pequeña parte. Anteriormente los gobiernos de los Estados coadyubaban en el operativo con el Fonden, ahora trabaja AMLO con su equipo de Bienestar, los estrategas electorales, sin regla alguna. Por esa razón están tardando demasiado en entregar los “apoyos”.
AMLO no fue capaz de escuchar con atención a los afectados, aquellos quienes se quedaron sin dada para sobrevivir; por el contrario, enfureció y “regañó” al grupo de poblanos. Miguen Ángel Barbosa, gobernador de Puebla no pudo y no supo qué hacer. Luego vendrían las promesas. El presidente ha mostrado lo corto de mecha que es, lo intolerante y soez de palabra y comportamiento cuando pierde la paciencia, carece de la virtud de la paciencia y tolerancia.
López Obrador saldría huyendo del lugar, cerrando su intervención con las mentiras de siempre, reiteró que apoyaría con el censo a todos los afectados por el huracán “Grace” en Puebla, deslizando su responsabilidad en los Secretarios de Bienestar, Javier May y de Seguridad Pública (qué diablos hace Rosa Icela) para que atendieran las peticiones de los manifestantes en el lugar. Al final le dijo: “Les van a atender a todos, todas sus preocupaciones, demandas. Yo tengo que ir a Tlaxcala, me dio gusto estar aquí con ustedes y les dejo. Que viva Huauchinango, que viva Puebla, que viva México” y huyó.
En reiteradas ocasiones AMLO ha demostrado su característica intransigencia, defecto que le permitió llegar a la presidencia. Él puede vituperar, calumniar, acusar, difamar, mas no acepta que a él le digan sus verdades, de inmediato replica y acusa de mentirosos a quienes osan acusarlo de mitómano.
Viene a colación otro asunto que seguramente será emblemático con el paso del tiempo. Bastó con algunos comentarios de la senadora Lily Tellez, antes de la comparecencia de AMLO en el Senado, para que este se ofendiera y cancelara su visita en la que fungiría como testigo de “honor” en la sesión solemne en la que fue premiada, reconocida y galardonada la senadora Ifigenia Martínez, de pensamiento izquierdista. Antes de que algún senador le fuese a “faltar al respeto”, cobardemente desistió de la invitación.
Eso se llama descarado cinismos del presidente. Si él está acostumbrado a calumniar a cualquiera y hace uso del poder del Estado para ello, ¿por qué no aceptar la crítica de la oposición? La senadora Tellez afirmó que nunca cruzó por su mente ofender la figura presidencial. Pero López no aceptó la mínima idea de ser interrogado por la oposición y evidenciado del pésimo resultado de su gobierno a 3 años de ejercicio constitucional. López no tendría argumentos para defender la centena de derrotas de su gobierno.
En lo que va del mes de octubre el presidente López Obrador, ha dado prueba de la irritabilidad de carácter que lo domina. Pero se justifica falazmente al mencionar que no está dispuesto a que le falten el respeto a la “investidura presidencial” ¿Cómo? ¿Ahora sí defiende la institución presidencial cuando nunca antes se cansó de defenestrarla? ¿Cuántas veces demandó que tal o cual presidente fuese a dar a la cárcel? ¿Olvidó a los expresidentes Felipe Calderón y a Enrique Peña Nieto, cuando fueron increpados en el Senado de la República por la oposición?
Inauditas las contradicciones de Andrés López Obrador. Lo cierto que es altamente intolerante a la crítica, intransigente con todo aquel que evidencia sus falacias, abusos o torpezas, tracalero con la oposición. Los vivos ejemplos no mienten y sí prueban su mitomanía institucional ¡Y así pide respeto que él no brinda!
Tras La Verdad / Por: Héctor Parra Rodríguez
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