Regresó al convento, vestida de novia para despedirse de sus antiguas hermanas
Una exmonjita de clausura regresó al convento donde vivió durante años, vestida de novia y con ramo en mano, para despedirse con lágrimas y oraciones de sus antiguas hermanas religiosas.
Existen historias de amor que parecieran increíbles, desde aquellas que comienzan desde la infancia o durante un viaje inesperado, sin embargo, en redes sociales se hizo trading una curiosa imagen que está llamando la atención y que podría esconder una romántica anécdota que la llevó a hacerse viral.
Y es que, al parecer el romance en cuestión habría ocurrido luego de que su protagonista pensara que su destino era permanecer entre paredes silenciosas, campanas de oración y muchas, muchas horas de reflexión, sin embargo, todo cambió en algún punto.
Religiosa conmueve al despedirse de sus amigas el día de su boda
El video que esta llamando la atención muestra el momento en el que un a exmonja de clausura decidió regresar al convento donde vivió por años, solo que de una forma muy particular: ¡vestida de novia y con ramo de flores en la mano!
El video, que arrasó en redes sociales, muestra a la joven mujer rezando con sus amigas religiosas en el que fue su hogar espiritual, saludando a sus antiguas hermanas religiosas con una mezcla de emoción, gratitud y nervios de boda.
No era una visita cualquiera: estaba a punto de dar el “sí” más importante de su nueva vida, pero antes, quiso despedirse de la comunidad que la formó y acompañó durante su etapa religiosa.
Las lágrimas no tardaron en aparecer, tanto en ella como en las monjitas, que la recibieron con sonrisas, abrazos y un regalo que derritió a todo internet, mientras entregan una figura de la Virgen María, posiblemente hecha por ellas mismas, como símbolo de bendición y amor incondicional.
¿Cómo es la vida de las monjas enclaustradas?
Las monjas de clausura viven en comunidades dedicadas a la oración, el trabajo manual y el silencio, y para reintegrarse al mundo laico, deben pasar por un proceso llamado “dispensa de votos perpetuos”, aprobado por la Santa Sede.
Además, renuncian a los lazos familiares, relaciones románticas y a las comodidades del mundo para abrazar la vida religiosa, además, pronuncian los votos de pobreza, castidad y obediencia, comprometiéndose a seguir las normas de su orden religiosa.
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