Miguel Barbosa, el peor gobernador del país
En un ejercicio en redes sociales, el gobernador de Puebla Miguel Barbosa obtuvo las peores calificaciones de los poblanos en distintos rubros, como la confianza que genera entre sus gobernados.
El gobernador de Puebla, Luis Miguel Gerónimo Barbosa Huerta, es el peor mandatario estatal de acuerdo a la opinión de sus gobernados que a través de un ejercicio en las redes sociales lo calificaron.
De acuerdo con la Encuesta Nacional Así van los 32 Gobernadores ¿Cómo Calificaron su Desempeño? realizada por Arias Consultores y Revista 32, Barbosa Huerta obtuvo las peores calificaciones de los poblanos en distintos rubros, como la confianza que genera entre sus gobernados; que van desde la confianza en sus ciudadanos, entrega de programas sociales, entre otros.
La metodología de la evaluación a los 32 gobernadores de México, se realizó a través de 12 mil 492 encuestas realizadas vía Facebook con usuarios mayores de 18 años que viven en las entidades.
El margen de error +/- 0.88 por ciento sobre la muestra efectiva en homogeneidad de la población del 50 por ciento; mientras que el intervalo de confianza fue del 95 por ciento y fue aplicada del 22 al 25 de marzo de 2020.
En el caso del desempeño de los gobernadores, los ciudadanos de Puebla, reprueban la gestión de Barbosa Huerta con el 79.7 por ciento.
Mientras que, en el rubro de confianza al titular del ejecutivo estatal, el morenista alcanzó una calificación de 82.8 por ciento de desconfianza entre los ciudadanos.
Por otra parte, en el segmento de la percepción de mejoramiento de la confianza entre los empresarios para invertir en Puebla, el porcentaje de recelo para la inversión nacional e internacional es alto al alcanzar 81.9 por ciento.
Sobre la entrega de recursos y programas sociales a personas de bajos recursos, Barbosa Huerta obtuvo el 82.4 por ciento de desaprobación en la entrega de apoyos a los más necesitados.
Porcentajes de desaprobación, similares en los rubros de obra pública 82.1 y servicios de salud con 82.5 en desaprobación ciudadana a su gestión.
Por: RAÚL FLORES MARTÍNEZ / Excélsior