Siempre en Domingo: 55 años de historia, polémicas y legado cultural
De Thalía a Joan Sebastian, repasamos las luces y sombras de 55 años del icónico show Siempre en Domingo que transformó la música y el entretenimiento en México.
El 14 de diciembre de 1969, Siempre en Domingo debutó en la televisión mexicana, marcando el inicio de un fenómeno que definiría la cultura pop nacional. Conducido por Raúl Velasco, este programa se convirtió en una plataforma imprescindible para artistas emergentes y consagrados, dándoles la oportunidad de alcanzar audiencias masivas.
Con el slogan “el show donde nacen las estrellas”, Siempre en Domingo se consolidó como el escaparate por excelencia de talentos nacionales e internacionales. Durante más de tres décadas, artistas como Juan Gabriel, Luis Miguel, Shakira y Vicente Fernández desfilaron por su escenario, mientras que bandas icónicas como Maná, Caifanes y Los Tigres del Norte ofrecieron actuaciones memorables.
Un escaparate internacional de talento
El programa no solo impulsó a figuras mexicanas, sino que también fue clave en la llegada de talentos internacionales al público latinoamericano. Nombres como Joaquín Sabina, Miguel Bosé y Raphael debutaron ante millones de televidentes, marcando un antes y un después en sus carreras. La icónica “patadita de la buena suerte” de Raúl Velasco simbolizaba el inicio de una prometedora trayectoria para los invitados.
Incluso personalidades inusuales, como el hipnotista Tony Kamo o Uri Geller, el famoso “doblador de cucharas”, encontraron en este espacio una oportunidad para brillar en un contexto diferente.
Las polémicas: Entre luces y sombras
A pesar de su éxito, Siempre en Domingo no estuvo exento de controversias. Uno de los momentos más recordados fue cuando Raúl Velasco ridiculizó a Thalía en vivo. En su intento por elogiar la evolución de su estilo, el presentador dijo:
«Este atuendo que tienes ahora corresponde al de una chica joven, alegre; te quitaron lo corrientota que te habían puesto el primer día.»
Además, otros artistas, como Joan Sebastián, expresaron su molestia por ciertos tratos o decisiones del equipo de producción. Sin embargo, estas polémicas no lograron opacar la relevancia del programa.
El final de una era
El ocaso de Siempre en Domingo llegó en 1998, cuando Raúl Velasco decidió retirarse debido a problemas de salud. Su salida marcó el fin de una época dorada para la televisión mexicana, dejando un vacío difícil de llenar en el panorama del entretenimiento. A pesar de los años, su legado sigue vivo en la memoria colectiva de los mexicanos.
Un legado que trasciende generaciones
Más allá de su éxito como programa de entretenimiento, Siempre en Domingo se convirtió en un reflejo de la sociedad mexicana y de su evolución musical y cultural. Representó un espacio único donde la música, las emociones y las historias personales de los artistas se entrelazaban, creando momentos icónicos que aún hoy generan nostalgia.