¿Regular o censurar redes sociales? Acallar a críticos
¿Regular o censurar redes sociales? ¡acallar a los críticos!, Tras La Verdad, Por Héctor Parra Rodríguez.
Primer párrafo del artículo 7 constitucional, dice: “Es inviolable la libertad de difundir opiniones, información e ideas, a través de cualquier medio. No se puede restringir este derecho por vías o medios indirectos, tales como el abuso de controles oficiales o particulares, de papel para periódicos, de frecuencias radioeléctricas o de enseres y aparatos usados en la difusión de información o cualesquiera otros medios y tecnologías de la información y comunicación encaminados a impedir la transmisión y circulación de ideas y opiniones”. El segundo párrafo establece: “Ninguna autoridad puede establecer previa censura, ni coartar la libertad de difusión, que no tiene más límites que los previstos en el primer párrafo del artículo 6o. de esta Constitución. En ningún otro caso podrán secuestrarse los bienes utilizados para la difusión de información, opiniones e ideas, como instrumento del delito”.
Por su parte el primer párrafo del artículo 6o constitucional determina que: “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado” ¿Entendieron Ricardo Monreal y Olga Sánchez?
Queda claro que se trata de derechos a cargo de los mexicanos. Es obligación del Estado respetarlos y hacerlos respetar. Preceptos considerados anteriormente en el Capítulo de las Garantías Individuales; hoy, esos mismos artículos se concentran en el Título Primero, Capítulo I, de los Derechos Humanos y sus Garantías. Hablamos de Derechos Humanos, cuyo ejercicio compete a los habitantes del territorio nacional. López Obrador y su gente tienen la obligación de respetarlos.
Es del dominio público que Andrés Manuel López Obrador (cuando usó y abusó de ellas), calificó a las redes sociales como: “benditas redes sociales”. Ello, debido a que mensajeó en las redes para hacer campaña sin límite alguno. Jamás nadie lo censuró, a pesar de las mentiras que “subió a las redes sociales”. También utilizó la “herramienta” llamada spam (como lo sigue haciendo), que sirve para enviar miles de mensajes de forma simultánea, cuyos receptores no autorizan la recepción. Todas las redes sociales hasta hoy conocidas y usadas en México son propiedad de empresas particulares y las utilizan quienes quieren hacer uso de ellas, dada su gratuidad. Las empresas, por supuesto, imponen sus reglas comerciales. Eso sí, quien pretende un uso comercial debe pagar por ello; y si el usuario abusa, su cuenta es suspendida.
La cobertura de las redes sociales es mundial, permite la conexión virtual en cualquier idioma. Han tenido un enorme éxito, a grado tal que los mandatarios hacen uso de ellas para emitir mensajes “oficiales” en cualquier momento. Ahora que gobierna y hace campaña el Presidente de la República, Andrés López, ya no le son de su agrado las reglas de las empresas en redes sociales, se queja de ellas por la “censura” que hacen a la libertad de expresión.
López olvida que es su obligación, como autoridad, es la de respetar el derecho humano, no censurarlo. Sin embargo, como lo establece la misma Constitución, hay límites al ejercicio de la libertad de expresión y difusión de las ideas. Lo cual parece no entender, hoy se encuentra del “otro lado de la barrera”; ahora le corresponde defender ese derecho, no coartarlo por medio de normas. Ahora le incomoda que los ciudadanos lo critiquen, acción que realizó durante años, los neoliberales jamás lo censuraron. Hoy le molesta la crítica.
López Obrador, se incomodó y enfureció cuando fueron suspendidas varias cuentas en redes sociales del exmandatario Donald Trump (se vio reflejado en la misma medida). Lanzó su agria crítica, sin fundamento alguno, a la supuesta censura a las cuentas del incitador a la violencia, fue ahí que rompió las reglas de la empresa y de nuestra Constitución. No fue tanto por las mentiras que acostumbra Trump (o AMLO) a subir a las redes sociales; no, lo que propició la suspensión, por algunos días, fue incitar a la violencia, lo que así sucedió en los hechos. Los fieles seguidores de Donald irrumpieron en el Capitolio, causaron desmanes con la pretensión de interrumpir la toma d posesión del nuevo presidente de los EUA, a toda costa pretendió que no entrara en funciones Joe Biden. De tales acciones a los “liberales” les vino a la cabeza la temeraria idea (a los morenistas) de pretender “regular” el derecho humano de las libertades que comentamos, bajo el supuesto de evitar que los particulares ejerzan la censura.
De manera simultánea, Ricardo Monreal, líder de la bancada morenista en el Senado, como el Poder Ejecutivo, en voz de la Secretaria de Gobernación, la “constitucionalista” de Olga Sánchez Cordero, amenazan con la idea de legislar para regular el derecho humano. El mitómano de Monreal, aprovechando la libertad de expresión de ideas en las redes sociales envió el siguiente mensaje: “La libertad de expresión es un derecho humano que debe ser tutelado para su ejercicio eficaz, mediante principios establecidos en las leyes. La única vía correcta y democrática de protegerla en el ciberespacio es la legislativa, lo mismo para prensa, TV, radio y redes sociales”. Fin del comunicado en redes sociales.
¿Acaso no ejerce su libertad de expresión el senador Monreal, sin cortapisas? ¿Por qué entonces la pretensión de crear mecanismos de control por medio de leyes? ¿Acaso desconoce el contenido y garantía de esos derechos humanos consagrados en la Constitución? Incluso hay leyes reglamentarias de ambos artículos. Entonces, ¿cuál es la pretensión?
Curiosamente el gobierno morenista lanza la advertencia y amenaza en pleno proceso electoral, bien saben que perderán el control de la Cámara de Diputados ¿Pretenden acallar las críticas y campañas en contra del gobierno y su partido en redes sociales? Eso parece. La amenaza alcanza a los medios tradicionales de comunicación, quienes han hecho mutis sobre la amenaza del gobierno y los legisladores. A los morenistas les urge acallar las críticas de la sociedad, al igual que se continúe desvelando la oprobiosa destrucción intencional de nuestra patria y sus instituciones. Ese es el verdadero objetivo de los sedicentes izquierdistas.
La Constitución es el dique que evita los excesos en el ejercicio de los derechos de la libertad de expresión y libre difusión de las ideas. A su vez, es garante del ejercicio de ambos derechos humanos. Coadyuvan las leyes reglamentarias en esta materia. Ahora resulta que deben ser tutelados esos derechos por medio de leyes a modo de los abusivos legisladores.
Los supuestos “liberales” no aguantan, no soportan, no toleran las críticas de los millones de mexicanos inconformes, quienes por medio de las redes sociales hacen uso libremente de los derechos de expresión y libre difusión de las ideas ¿de qué otra manera podría expresarse la sociedad con esa amplitud sin las redes sociales? ¡Acallar a los críticos! Con la “regulación legislativa” buscan censurar las voces inconformes y reflexivas; el gobierno lopista va por la censura a los derechos humanos. Obviamente les incomodó sobremanera haber sido descubiertos por el uso prohibido de spams y por su red de troles que fueron suspendidas, no censuradas ¿Qué sigue después?
Tras La Verdad / Por: Héctor Parra Rodríguez
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