Casos y Cosas

Reglas «básicas» de cordialidad

Etiqueta y cordialidad, es cuando te comportas mejor que lo que es absolutamente necesario.

Tristemente muchas personas consideran que el seguir las pautas de cordialidad, es algo pasado de moda, y tienen la impresión de que hacerlo sería hasta cierto punto un gesto de altivez e hipocresía. Eso no es así.

En realidad, los fundamentos de la etiqueta son bastante sencillas. Se trata de expresarse con palabras agradables, cordialidad elemental, buena presentación personal y la habilidad de no dejarse llevar por las emociones.

Conoce algunas de las reglas modernas de cordialidad que debe conocer cualquiera que sienta respeto por los demás y por sí mismo.

Si dices la frase «Yo te invito» significa que tú vas a pagar. Otra forma de decirlo sería «¿Qué te parece si vamos a un restaurante?» En ese caso cada uno paga por su cuenta y sólo si uno de los dos acepta propone por el otro, este podrá aceptar.

Nunca vayas de visita sin llamar antes. Si alguien llegó a tu casa de visita sin previo aviso puedes permitirte lucir la ropa que usas por lo general cuando estas allí solo.

Una dama británica dijo una vez que si a su casa llegan visitas inesperadas ella agarra su sombrero y paraguas. Si la persona que vino es de su agrado ella le dirá «¡Ah que suerte que acabo de llegar y tú también!», pero si la persona que apareció sin avisar no es precisamente a quien ella quiere ver le dirá «¡qué lástima que deba irme!».

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Nunca coloques tu teléfono inteligente en la mesa en lugares públicos. Si lo haces, estás mostrando la importancia que tiene ese aparato en tu vida y lo poco que te interesa lo que está ocurriendo a tu alrededor; además puede ser interpretado por tu interlocutor como si estuvieras esperando el momento preciso para revisar tu cuenta de Instagram (por ejemplo) o responder una llamada, para acabar una conversación que para ti no es importante. Eso habla muy mal de ti.

Nunca, nunca invites a alguien a una cita romántica para luego hablarle por medio de mensajes de texto. Nunca.

El hombre no debe llevar la bolsa de la mujer. Y el abrigo de la mujer solo debe ser manipulado por el hombre para llevarlo hasta el perchero o guardarropas.

Si vas a alguna parte con alguien y él o ella saludó a una persona que tu no conoces deberás saludarla también.

Muchos piensan que sólo se debe comer sushi con palitos chinos. Esto no siempre es así, incluso algunos piensan que los hombres pueden comerlos con las manos. Para las mujeres, por el contrario, no es algo recomendable, porque podrían perder su misterio y delicadeza.

El calzado debe estar limpio SIEMPRE.

No tengas conversaciones vacías por teléfono. Por otro lado, si necesitas hablar de algo muy serio lo mejor es encontrarse frente a frente, o por skype en un lugar privado.

Si te han ofendido no vale la pena responder con una palabrota o un mal gesto, mucho menos levantarle la voz a quien ofende, No te rebajes a su nivel. Sonríe y amablemente retírate de la presencia de esa persona.

Según la tradición, al andar por la calle el hombre siempre debe ir del lado del flujo vehicular y la mujer del lado de la pared, en un gesto de protección.

No es prudente hablar en público acerca de: la edad, la riqueza, los problemas domésticos, la religión, las relaciones amorosas, los regalos, el honor, el deshonor y los procedimientos médicos.

Al llegar a un cinema, un teatro, un concierto la manera correcta de pasar a los lugares asignados es dándole la cara a quienes están sentados. El hombre debe pasar primero

Nunca debes tocar a una mujer sin su consentimiento, ni agarrar su mano, o acercarte demasiado a ella durante una conversación. No es conveniente empujarla ni agarrar su brazo más allá del codo excepto las ocasiones en las que le ayudes a subir a un medio de transporte o a bajar de él, igualmente para pasar la calle.

Si alguien intenta dirigirse a ti con un llamado poco adecuado como «Oye tú» no vale la pena reaccionar a él. Tampoco vale la pena intentar educar a los demás, mucho menos durante un corto encuentro. Lo mejor es dar el ejemplo.

La regla de oro para usar perfumes y colonias es la moderación. Si cuando caiga la tarde aún sientes el olor de tu perfume debes saber que el resto habrán tenido que soportarlo, y seguramente no lo disfrutaron tanto como tú.

Un hombre educado nunca dejará de demostrarle a la mujer el debido respeto.

En presencia de mujeres el hombre sólo podrá fumar si ellas están de acuerdo.

Sin importar quién seas, al entrar a un recinto, saluda primero.

Permite que los mensajes personales sigan siéndolo: los padres no deben leer la correspondencia (electrónica o en papel) de sus hijos, ni el esposo de la esposa y así sucesivamente. Meter la mano al bolsillo del otro es una falta a la etiqueta y una intromisión en el espacio personal.

No intentes ir un paso más allá de la moda. Es mejor verse bien, aunque no sea con el último grito de la moda, que a la moda, pero sin estilo ni propiedad.

Si luego de pedir perdón por algo y ya has sido absuelto, no vale la pena volver al tema y pedir perdón otra vez. Basta con no repetir tus errores.

Reírse muy fuerte, hablar en voz demasiado alta, quedarse mirando a las otras personas puede resultar ofensivo para algunos.

No olvides siempre agradecer a tus amigos, familiares y personas cercanas. Agradéceles por ejemplo por sus buenas obras y buena disposición para ayudarte. Expresar gratitud es un acto de personas educadas y sensibles.

Y para finalizar las reglas básicas de cordialidad, queremos darte a conocer las palabras del legendario actor estadounidense Jack Nicholson:

«Presto mucha atención a las reglas de etiqueta. El cómo pasar el plato. No gritar de una habitación a otra. No abrir una puerta cerrada sin llamar antes. Dejar pasar primero a las mujeres. El objetivo de todas estas innumerables reglas es muy simple: hacer la vida mejor. No podemos vivir en un estado crónico de guerra con todos, eso es estúpido. Vigilo cuidadosamente mis modales. Esto no es un mito. Esto es todo un lenguaje de respeto mutuo que es comprensible para todos».

Bien vale la pena agregar a éstas recomendaciones de cordialidad, que al momento de manejar ofrezcamos algo de amabilidad, ceder el paso tanto a los peatones, bicicletas, motos y otros vehículos, no maneje con prisa, además de prevenir un accidente, hagamos de nuestro camino y trayecto armonioso. Los conductores deben recordar que mojar a los transeúntes haciendo pasar su automóvil por un charco es la peor de las faltas de respeto.