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Denuncia ciudadana: presunta negligencia en el IMSS de Querétaro

 

Denuncia ciudadana, presunta negligencia en el IMSS de Querétaro

A decir de los familiares de Laura Moreno, ella fue víctima de las malas prácticas y la poca atención de los médicos del Instituto Mexicano del Seguro Social.

“Me duele mucho recordar la carita de mi hija con tanto dolor y yo sin poder ayudarla”, menciona entre lágrimas Enriqueta Moreno, quien vivió los peores momentos que una madre puede pasar, ante la insensibilidad de las instituciones de salud pública.

Según el relato de Enriqueta, Laura Moreno, su hija y madre de 4 niños, una de ellas todavía una bebé de pecho, comenzó con fuertes dolores en el abdomen el 9 de septiembre del 2024.

“Su esposo la llevó a urgencias, la detuvieron unas cuantas horas y la dieron de alta en la madrugada; para la mañana mi hija seguía muy mal y otra de mis hijas me llamó para pedirme salir de mi trabajo y llevarla al doctor; la trasladé a un médico particular”, revela en entrevista.

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A decir de Enriqueta el médico particular le mandó a realizar un ultrasonido y estudios, según el diagnóstico del galeno su dolor era porque, Laura presentaba piedras en la vesícula y pidió que la trasladarán nuevamente a urgencias del Seguro Social, pues era necesario intervenir quirúrgicamente ya que el medicamento que le proporcionó solo le quitaría unas horas el dolor.

LAURA COMIENZA SU CALVARIO

Tras más de dos días de peregrinar y sin ser atendida, Laura comenzó a sentir el dolor más intenso, “llegamos a urgencias y no la querían atender, pues según nos explicó una señorita hay un código de colores para saber cuál es una emergencia y en este caso mi hija no tenía el color rojo, así que no podían decir que se trataba de una emergencia, pese al gran dolor que ella sentía”, recordó.

Los doctores del Instituto Mexicano del Seguro Social le indicaron que el padecimiento de su hija era el intestino y que la operarían, “yo les mencionaba que los estudios y el diagnóstico del doctor particular eran piedras en la vesícula, ellos dijeron que no. Que era el intestino y de eso la tratarían”.

Laura pasó días con el dolor que cada vez aumentaba más y no había fecha, ni hora para ser intervenida quirúrgicamente, pues a decir de Enriqueta los doctores mencionaban que había más pacientes adelante de ella y tenía que esperar. “Sus ojos ya estaban como secos, hundidos, tenía muchos días sin comer pues no sabían cuando la operarían”.

Para su madre este calvario fue aumentando al ver cada vez peor a su hija, “un día llegó un grupo de médicos, eran como estudiantes y cuando vieron a mi hija, la doctora mencionó que se tenía que operar de emergencia; pidieron poner un medicamento a una enfermera (…) no sé cuál era, pero ella se negó. Mi hija tenía la presión muy baja, sus manos blancas y sus ojos cada vez más sin brillo. La presión era muy baja, nunca se la estabilizaron y aunque la enfermera se negó a suministrarle el medicamento, finalmente la obligaron”.

Así, agonizando, Laura fue intervenida, “estuvimos esperando a que saliera, el médico me dijo que nos podíamos ir y que regresáramos al otro día, por supuesto me negué y una señorita me insistió en que nos fuéramos, que sería un día pesado para nosotros. Eso me llenó de intranquilidad (…) mi hija ya estaba en terapia intensiva”.

Denuncia

Desgarrada por el dolor, Enriqueta recuerda que con la voz más fría y sin ninguna compasión le informaron que su hija ya estaba muerta, “me duele mucho recordar este episodio, me duele que quienes juraron salvar vidas, hayan dejado morir a mi hija; yo pienso que no la intervinieron, creo que se les murió antes. Mi hija no merecía terminar así. Mis nietos no merecían quedarse sin su mamá”.

Según el certificado de defunción las causas de muerte fueron choque séptico y perforación de intestino, “a mi hija la mató la indiferencia con la que los médicos tratan a sus pacientes. No actuar a tiempo es lo que hoy deja en la orfandad a mis nietos, a mi yerno sin su esposa y a mi sin mi hija”.

Tras el sensible fallecimiento de Laura Moreno Antonio, la familia quedó en un caos pues ahora los niños deben estar al cuidado de su padre y su abuela materna que además debe seguir trabajando para ayudar a su yerno a sacar adelante económicamente a los niños, “me dicen, denuncia, pero no tenemos dinero para un abogado, no puedo dejar de trabajar pues hay que apoyar en los gastos tan fuertes que tuvimos y seguimos teniendo, además hay que cuidar a los niños”.

“Alzó la voz para exigir justicia por mi hija, pedir a los médicos del IMSS que se hagan responsables de sus pacientes, sean más humanos y tengan compasión, los enfermos son también seres humanos, que merecen vivir, que merecen ser tratados con dignidad, ojalá que el gobierno verifique las condiciones en que los médicos trabajan y no enluten más hogares por la falta de humanidad”, finalizó.

 

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