Luchan artistas y creadores por Fonca
Hablan artistas sobre la importancia del programa del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca).
Ciudad de México.- Cerca de los 90 años, con el enorme legado del Ballet Teatro del Espacio a sus espaldas, Gladiola Orozco recuerda la culminación de una larga cadena de discusiones y propuestas que resultaron en la creación, en 1989, del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca), cuya desaparición evalúa el Gobierno federal en su búsqueda de recursos para enfrentar los embates del Covid-19.
Gladiola Orozco, uno de los pilares de la danza contemporánea en México, lo deja claro desde el primer instante: ni un paso atrás, y menos uno que retroceda 30 años.
“De verdad no podemos admitir ese enorme paso atrás. No, no a ese enorme paso atrás: (la extinción del Fonca) sería un retroceso a los beneficios que ha dado”, declara en entrevista.
“Fue un grito de libertad, de triunfo, de expresión nacional el que hubiera nacido el Fonca, que empezó promoviendo becas y sobre ese principio se fue desarrollando, sobre bases muy sólidas”, evoca quien estuvo ahí desde su inicio.
Ese logro, cuyo antecedente más antiguo es una propuesta signada por 27 intelectuales mexicanos en 1975, con nombres como Gabriel Zaid, Octavio Paz, Elena Poniatowska, Juan Rulfo y Julieta Campos, hoy está en peligro.
Tras el decreto del Presidente Andrés Manuel López Obrador para la extinción de mandatos y fideicomisos sin estructura orgánica, entre los que se encuentra el Fonca, la Secretaría de Cultura (SC) busca que este pueda salvarse por excepción.
Ahora, en manos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la Secretaría de la Función Pública (SFP) se encuentra una historia de 30 años.
“Ya dimos los documentos, lo que manda por ley, lo que tenemos que dar a Hacienda y a la Función Pública, y ellos estarán respondiendo”, dijo el martes la titular de la SC, Alejandra Frausto, al salir de una reunión de gabinete en Palacio Nacional.
Desde la hazaña lograda por la generación de Orozco, muchas más se han beneficiado de los programas que ofrece el Fonca, como a la que pertenece la artista visual Cecilia Barreto (1985).
“Estos programas ayudan a proyectar a los artistas a otro momento de su carrera”, reflexiona la pintora, quien se reconoce entre la categoría de artista joven y de media carrera.
Como exbeneficiaria del programa Jóvenes Creadores, asegura que el Fonca dio un impulso fundamental a su trayectoria y a la de miles de artistas más.
“Para creadores emergentes, estos programas son una oportunidad de, por una parte, crear un portafolio, y con este portafolio aplicar a otras becas”, detalla quien el año pasado expuso en el Museo de la Ciudad de México, la Bienal Rufino Tamayo y el Museo de Arte Moderno.
Para Barreto, quien el año pasado obtuvo una residencia en Quebec por parte del Fonca, los beneficios para México traídos por cada uno de los cientos de artistas apoyados son inconmensurables.
“Hay un sinnúmero de cosas que aportan como capital tangible, como museos, dinero, publicidad, turismo, entre muchas otras cosas, pero también en capital intangible, como todo lo que no se puede medir, pero sí existe”, concluye.
La obra del actual miembro del SNCA, el escritor Antonio Ortuño, también habla por sí mismo.
Con los apoyos del Fonca terminó la escritura de seis libros (La Fila India, Méjico, El Rastro, La Vaga Ambición, El Ojo de Vidrio y Olinka) que resultaron en tres premios internacionales y siete traducciones.
“Quiero hacer la salvedad de que no me queda claro que haya intención oficial de desaparecer al Fonca. Me parece que va a seguir y me parece que esto está muy bien, porque, con todos los defectos históricos que se quiera, el Fonca cumple una labor indispensable”, opina Ortuño.
«Si no existieran estímulos de este tipo, cientos de artistas en el país perderían la posibilidad de dedicar muchas horas a sus proyectos. Hay que recordar que la inmensa mayoría de los creadores en México trabajan en otro tipo de labores y, además, crean. Sin apoyos, la creación se concentrará, aún más, en los creadores adinerados”, apunta.