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Los Reyes Magos

Los Reyes Magos

Aquí entre nos, Por Javier López Velarde Luna

Jueves 2 de enero del 2025

Quien no vivió de una u otra manera la temporada navideña donde la familia reunida se abrazaba y daba muestras de cariño, además de recordar a quienes se nos adelantaron en el camino y quienes en alguna ocasión formaron parte de nuestras vidas.

Es una temporada si bien de celebración, ya que es el fin del año y el inicio de otro, con grandes esperanzas y mucho ímpetu para hacer que nuestros sueños encuentren un nuevo camino para hacerlos realidad.

Sin embargo, en estos bellos momentos donde el frío invernal nos hace lo que el viento a Juárez, ya que esos momentos son más bien cálidos e inspiradores para que nuestras vidas encuentren el camino anhelado a una felicidad tal vez truncada en situaciones ajenas a nuestro esfuerzo, pero siempre esta época nos da el aliento para avanzar y seguir adelante en nuestros caminos trazados en la fe y el ánimo de comenzar de nuevo.

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Son momentos de alegría, tristeza, pero es la oportunidad de volver a ser quienes alguna vez quisimos ser y que siempre ese sentimiento se mantiene latente en nuestro corazones. La temporada navideña culmina con la llegada de los Reyes Magos, una tradición ancestral que fue incorporada a México por la Iglesia Católica sin embargo, siempre nos hemos preguntado por la realidad de nuestro sueños y sobre todo, de que si en algún momento, fuera de nuestras fantasías infantiles, realmente existieron estos enigmáticos seres que cruzaron muchos caminos, siempre guiados por la Estrella de Belén hacia el pesebre humilde donde nació el niño Jesús.

La realidad histórica se ve reflejada en muchos textos bíblicos al respecto pero en sí, no hay nada concreto ya que existe un gran misterio en torno a la llegada de los reyes a Jerusalén. Ni se dice que son tres, ni reyes, ni se sabe sus nombres y tampoco es claro que lo conocieron el 6 de enero.

Por eso al estudiar en muchos libros, la ciencia desglosa que el único pasaje en la Biblia que se recuerda este episodio religioso es el capítulo II del Evangelio de San Mateo. Mediante 12 versículos, se sabe que “unos magos procedentes del Oriente llegaron a Jerusalén, diciendo: ‘¿Dónde está el rey de los judíos que ha nacido? Porque hemos visto su estrella en el Oriente y venimos a adorarle”.

En este sentido, y en los relatos se dice que ante ello, el rey Herodes “se turbó”. No tenía conocimiento de que había nacido el rey de los judíos. Así que convocó a los sacerdotes y escribas del pueblo para indicarles dónde estaba el bebé y estos le contestaron que en Belén de Judea; porque así está escrito por el profeta: “Y tú, Belén, de la tierra de Judá, no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá; Porque de ti saldrá un guiador, Que apacentará a mi pueblo Israel”.

No obstante, Herodes les ordenó a los magos “averiguar con diligencia acerca del niño”, ir tras su rastro y regresar con la información para que él mismo pudiera visitarlo. Bajo la guía de la estrella que habían visto, los hombres ubicaron la casa “Al entrar, vieron al niño con su madre María, y postrándose, lo adoraron; y abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra. Pero siendo avisados por revelación en sueños que no volviesen a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino”, según se dice en el texto bíblico.

Cabe destacar que el relato del Evangelio de San Mateo no da más detalles de esa visita de los “magos”. De ahí que varios estudiosos en la religión se pregunten quién les añadió nombres, número y hasta el título de reyes a los misteriosos hombres.

En este sentido, el profesor de Estudios Religiosos de la Ferrum College, en Estados Unidos, Eric Vanden Eykel, cree que es una historia con bastantes complejidades. La primera señal es que se les considera “magos”, pero la palabra es “magoi” de origen griego que no tendría un significado positivo como ha trascendido. Ya que “Algunas versiones del Nuevo Testamento lo traducen como ‘sabios’ y otros dicen ‘astrólogos’. Pero ninguno de estos capta el sentido completo del término”, escribió en un análisis para el medio ‘The Conversation’.

Pero lo curioso es que la palabra “magos” se empleaba para referirse a sujetos con habilidades cuestionables, aquellos que hacían magia. En cambio, otros los consideraban valiosos por su poder de adivinación y espiritualidad. Sin embargo, debido a que Mateo no se molesta en decir exactamente quiénes se suponía que eran estos visitantes, los magos han fascinado a los lectores y los han mantenido adivinando durante casi 2000 años. (…) Uno tiene que preguntarse si Mateo eligió esta palabra precisamente para inspirar un sentido de misterio en sus lectores y mantenerlos preguntándose quiénes eran.

Los Reyes

Si este es el caso, entonces diría que ciertamente lo logró”, aseguró el experto. La verdad es que Los Reyes Magos siempre han existido en nuestras vidas y los mexicanos los hemos adoptado como parte de una época de ilusiones hermosas, donde una bella estrella nos concede el deseo de verlos en nuestros sueños y donde esperan los niños un regalo siempre anhelado.

Esperamos esta ilusión no se pierda ni la dejemos perder ya que representa un sueño mágico donde la niñez al desvanecerse también deja perderse ese sentimiento donde se conjuga la fantasía, el misticismo, pero sobre todo, la inocencia de los niños que cada vez el mundo necesita más.

Pero como siempre la mejor opinión es la de Usted Querido Lector.

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Javier López VelardeAquí entre nos, Por Javier López Velarde Luna

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