¿Por qué se comen 12 uvas en Año Nuevo?
Cada una de las 12 uvas simboliza los meses del año y deben comerse cuando suenan las 12 campanadas.
Ciudad de México.- Año Nuevo está lleno de rituales que miles de familia realizan a la media noche del 31 de diciembre, pero probablemente no hay uno más importante que comer las 12 uvas y así pedir un deseo o pensar en sus propósitos que buscarán lograr en 2021.
¿Por qué se comen 12 uvas en Año Nuevo?
El origen de esta tradición tiene varias teorías, que se remontan al siglo XIX en España.
Con el pasó de los años, esta costumbre llegó —con la Conquista— de manera oral a suelo mexicano, así como a diversos países de habla hispana: Venezuela, Argentina, Ecuador, Perú, Chile y Colombia.
Uvas de la suerte
La primera de ellas menciona que en 1909, hubo muy buena cosecha de uva y los agricultores de la comarca alicantina del Valle del Vinalopó aprovecharon para sacarlas al mercado bajo el nombre de las “uvas de la suerte”.
Según esta versión, algún lugareño guardó, como singular y exquisito postre para la cena, granos de uva suficientes como para que cada comensal los tomara cuando el reloj diera la medianoche.
A la francesa
La versión del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Uva Embolsada del Vinalopó señala que la tradición se remonta a finales del siglo XIX, como un acto para burlarse de la aristocracia.
La historia cuenta que en las últimas décadas del siglo XIX las familias españolas de la aristocracia, influenciadas por sus homólogas francesas, tenían la costumbre de organizar encuentros privados con motivo del fin de año, en los que se servía champán y uvas, pero esas últimas solo con el fin acompañar al vino espumoso.
La protesta
Otra teoría es que la tradición nació para hacer caso omiso a un mando municipal que sancionaba las actividades ruidosas de los madrileños en Navidad, por lo que los ciudadanos salieron a la calle y optaron por comer uvas en la actual Puerta del Sol, acto que coincidió con el 31 de diciembre.
¿Por qué se comen 12 uvas durante Año Nuevo?
Según la tradición, en la mesa se colocan 12 uvas delante de cada comensal que simbolizan los 12 meses del año y deben comerse con cada una de las campanadas del reloj.
Además, se cree que aquellos que se terminen las 12 uvas en los primeros 60 segundos del Año Nuevo tendrán buena suerte durante los siguientes 365 días.
Información por Agencias