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La rifa del avión presidencial el fraude del siglo

La rifa del avión presidencial el fraude del siglo, Tras la verdad por: Héctor Parra Rodríguez

Martes 15 de septiembre 2020

La mañana de este lunes el Presidente de la República, informó que se había cumplido con la meta en la venta de “cachitos” para la rifa del avión imaginario, cuyo dinero será destinado al Insabi. Lo que nunca ha dicho el Presidente ni el Director de la Lotería Nacional, que el beneficio económico de todas las rifas que lleva a cabo esa Institución, va directo para beneficio de la asistencia pública, por lo tanto, López Obrador, fraudulentamente inventó que el dinero producto de la rifa de dinero, no del avión, será destinado a la asistencia pública. Uno de los elementos que integran el delito de fraude, es el engaño.

El Presidente, ante la falta de interés de la ciudadanía por la compra de los “cachitos”, obligó a personal del Ejército Mexicano, a montar mesas de venta de los boletos. Además, los soldados tenían que comprar un “cachito” de 500 pesos. Más presión para la venta. El coordinador del grupo parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, por medio de Mario Delgado, también puso una mesa para la venta de boletos en el seno de la Cámara. Falta por saber si López Obrador también obligó a otros servidores públicos a comprar sus “cachitos” dado que ni en los estaquillos ni los boleteros vendían los boletos de forma natural, por costosos, como sucede con todas las rifas que organiza la Lotería Nacional. Una clara falta a la Ley de Responsabilidades de los Servidores Públicos y la señora Irma Eréndira Sandoval, no activa la justicia administrativa. Muchos meses de publicidad presidencial y el fracaso anunciado se consumó, aunque López dirá lo contrario.

El mismo Presidente de la República, ante la falta de interés por la compra de “cachitos”, tuvo que sacar de la bolsa del gobierno de la República (supuestamente), 500 millones de pesos para comprar “cachitos”; esos boletos que fueron entregados a personal del sector salud federal; bajo la condición de que, si obtienen el “premio mayor”, el dinero (todo virtual) regresará a la bolsa del gobierno federal para la compra de material hospitalario. Otro fraude maquinado de Andrés López Obrador.

Y cómo no estar nervioso si en varios meses apenas había vendido poco más de una tercera parte, de pronto se quintuplicó la venta de “cachitos”. La farsa y la presión. Ni con la promoción del Presidente se vendieron; pero mañana 15 de septiembre, a partir de las 16:00 horas se dejarán de vender y regalar boletos, para después, rifar 2 mil millones de pesos, no el avión prometido por el Presidente ¡Fraude! Reitero, López insistió contumazmente en la comisión del fraude. Las pruebas están a la vista. Trascendió que a los trabajadores mineros les trasladaron para su compra, 20 mil “cachitos”, el senador Gómez Urrutia, los obligó a comprar, bajo presión. Otro fraude para cumplir con el objetivo incumplido. Boletos muy caros, 500 pesos cada uno, y sin empleo millones de mexicanos, resultó una burla y flagrante abuso del Presidente.

Actos inentendibles. No olvidemos los mil 500 millones de pesos que, dijo López, entregaron los empresarios en la cena de los tamales, lo que hubiera significado comprar la mitad de los boletos de la rifa ¿Dónde quedó ese dinero? ¿Y respecto a los 2 mil millones de pesos que le entregó el Fiscal General, al Presidente? Este aseguró que sería destinado para la compra de insumos médicos. Un dinero que legalmente no podía emplear para nada, su deber, regresarlo a los trabajadores que aportan cuotas al Infonavit, dado que ese dinero fue entregado por empresarios que habían defraudado a la Institución, dijo el Fiscal; lo devolvieron tras emplear medidas coercitivas. Más delitos. López Obrador, desaparece miles de millones de pesos sin mayores complicaciones. El pretexto, la pandemia que le “cayó como anillo al dedo”.

Todos los actos fraudulentos de Andrés Manuel López, han tenido el único objetivo de desprestigiar a sus enemigos políticos, dado que, hasta ahora no hay beneficio alguno para la asistencia pública. Si, entre vendidos y “cachitos” reglados la finalidad fue que todos los boletos quedaran en manos de terceros y así evitar el ridículo de la no venta. Los boletos premiados, será otro acto demagogo, populista del gobierno federal, por medio del alcahuete Director de la Lotería Nacional. Teóricamente deberán entregar 2 mil millones de pesos a los ganadores y parte del dinero regresará al bolsillo del gobierno. Interesante sería que los premios los sacaran aquellos que compraron de buena fe, sería una catástrofe, como las que acostumbra López Obrador, aunque él ya ha obtenido un lucro indebido.

Los fraudulentos mil millones que esperaba de lucro López no los obtendrá. Nunca se sabrá qué fue lo que en realidad sucedió con la totalidad de los boletos y el dinero que se embolsó el Presidente de la República. Pero, López Obrador, so pretexto de la rifa de un bien que no será rifado, hace campaña. Mañana alzará la bandera de éxito, cuando en realidad fue un tremendo engaño al pueblo que tanto dice amar; otro fracaso de Andrés Manuel López, acompañado de la comisión de varios delitos y faltas administrativas. Y, como aun tiene el avión que no es propiedad del gobierno federal, seguirá con su campaña de la venta del avión presidencial. Ni para boletero sirvió Andrés Manuel López Obrador.

La rifa

Tras la verdad

Por: Héctor Parra Rodríguez

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