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El semáforo epidemiológico es amarillo, no verde

El semáforo epidemiológico es amarillo, no verde, Me Lleva El Diablo, 28 de septiembre

Una verdad a medias es que se propague que en la entidad ésta bajo control la pandemia provocada por el Covid-19, y que solamente por estadísticas, que no sabemos bien a bien si son las correctas, se tomen decisiones como la de ingresar a semáforo epidemiológico amarillo.

Hoy lunes Querétaro entra al color amarillo en el semáforo epidemiológico, de acuerdo a la federación. Todo un reto y una tentación.

En la entidad las últimas semanas se ha podido apreciar una tendencia franca al alza de casos y fallecimientos por el Covid-19. Y con esas cifras pasamos a semáforo amarillo: Querétaro registró en las últimas 72 horas 435 casos y 11 muertos por COVID-19.

La SESEQ registró, hasta el domingo pasado, un total de 9 mil 303 casos COVID-19 y mil 31 defunciones. Nadie en su sano juicio desea que mueran personas, entonces, la sociedad debería estar atendiendo con cuidado las recomendaciones de los expertos.

En el periódico oficial La Sombra de Arteaga, del pasado 16 de junio, se dio a conocer que la ubicación de Querétaro en semáforo amarillo implicará mayor apertura económica. Así, de acuerdo con esa publicación, a partir del lunes 28 de septiembre bares y centros nocturnos podrán reanudar actividades con 50 por ciento de ocupación.

También se contempla la asistencia, al 50 por ciento, a estadios y canchas para deportes profesionales.

Hoteles y moteles, podrán incrementar su capacidad de atención al 75 por ciento, lo mismo que restaurantes, cafeterías, viñedos, peluquerías, estéticas y barberías.

El mismo porcentaje (75% de ocupación) se autorizaría para parques, plazas y espacios públicos abiertos, gimnasios, albercas, centros deportivos, spa y centros de masajes.

En tanto que el comercio en General podría tener hasta 100 por ciento de ocupación. De igual manera, el semáforo publicado el pasado 26 de junio contempla el regreso de oficinas de Gobierno. Al inicio de la pandemia, en marzo, se dictó el protocolo sanitario, entre las medidas de mayor impacto —sin duda— fue decretar el confinamiento de la población.

Escuelas, oficinas, restaurantes, bares, teatros, centros comerciales y aeropuertos fueron cerrados para tratar de controlar la propagación del virus SARSCoV2.

De esta manera, la pandemia ha provocado severos estragos en todos los ámbitos del quehacer humano, siendo la salud, economía y la educación fueron los más afectados.

Para tratar de restablecer los efectos económicos, provocados por la parálisis de los negocios, el gobernó del estado decidió reabrir y regresar de forma paulatina a la interacción social, aunque el semáforo federal calificaba a Querétaro en rojo, aquí se determinó que era naranja.

Ahora se corre el riesgo que una vez que se califica en color amarillo a Querétaro, las autoridades se quieran brincar al verde.

Se debe de advertir que con la nueva medida de entrar en color amarillo, no se debe bajar la guardia ni relajar las medidas de distanciamiento social para tratar de evitar una segunda ola de contagios, la cual se verá potenciada por la llegada del frío, la temporada de influenza estacional y demás enfermedades respiratorias propias de la época del año.

Las escuelas y universidades son pieza clave en el control de la propagación del virus. La evidencia muestra que —al menos en Europa— en la segunda gran oleada de contagios, la mayoría de los infectados son jóvenes, quienes, a pesar de tener menor probabilidad de enfermar de gravedad, propagan el virus en sus círculos familiares, afectando a adultos mayores y otros grupos vulnerables.

Esteban Moctezuma, el titular de la SEP, informó que una vez que la Secretaría de Salud determine que un estado se encuentra en semáforo color verde de covid19, las entidades federativas tomarán la decisión sobre el regreso a clases presenciales.

Explicó que el retorno a las aulas debe ser gradual, es decir, que la mitad de un salón acuda los lunes y miércoles, y la otra mitad martes y jueves. Los viernes acudirán los alumnos que no pudieron aprovechar las clases a distancia, lo que se determinará mediante una evaluación diagnóstica que se aplicará durante las primeras tres semanas del regreso a clases.

En la entidad, en estos momentos, volver a insertar a la matrícula educativa en los salones, con la pandemia todavía latiendo, sería un error garrafal.

 

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